Proteoglicanos: Es una macromolécula natural que restaura las células epidérmicas e intensifica el metabolismo de los componentes del tejido conjuntivo. Restablece las funciones de la piel, sus propiedades mecánicas y su aspecto fisiológico, aparte de hidratarla, reafirmarla y darle tersura y luminosidad.
Glicosaminoglicanos de origen marino: Conjunto de diferentes moléculas que se encuentran en el tejido conectivo de la piel y cuya función es proporcionar hidratación y dar turgencia al tejido. La molécula más abundante y más conocida de los GAG es el Ácido hialurónico. Los glicosaminoglicanos mejoran la estructura de la piel y favorecen la regeneración del tejido dérmico.
Vitamina C pura: El ácido ascórbico o vitamina C pura previene el fotoenvejecimiento cutáneo eliminando los radicales libres e impidiendo la oxidación de la piel, además de tener un papel importante en la formación de colágeno. La vitamina C ejerce cuatro funciones fundamentales para nuestra piel: antioxidante, regeneradora, hidratante e iluminadora.
Vitamina E: Esta vitamina protege a tu piel contra las agresiones, los radicales libres, el envejecimiento prematuro y las manchas. Propiedades: Mejora el relieve cutáneo (antiarrugas), retiene la humedad de la capa córnea (humectante), mejora la elasticidad de la piel (elastizante), reduce la formación de los lipoperóxidos de la piel, retrasando los signos del envejecimiento (anti-radicales y antioxidantes).
Extracto de Té Matcha: El extracto de té verde es rico en polifenoles. Los polifenoles actúan previniendo la formación de radicales libres a nivel celular, es decir, interrumpen la reacción en cadena producida y reparan los daños que puedan causar. Esta propiedad lo convierte en ideal contra el envejecimiento de la piel. Además, mejora la elasticidad, ayuda a conservar la humedad y frescura del cutis y fortalece la capa protectora de la piel. Tiene propiedades antioxidantes, antienvejecimiento, antiradicales, protectoras y estimulantes del metabolismo cutáneo.