KUMIKO invita a querernos, desde adentro hacia afuera

KUMIKO invita a querernos, desde adentro hacia afuera

Buscar la forma de estar mejor, pensar en positivo y darnos cariño es la filosofía de KUMIKO, al considerar el cuidado personal de manera integral, desde adentro hacia afuera. Tratar de vernos bien está directamente relacionado con el cómo nos sentimos y el amor propio: cuando lo haces tuyo, se refleja en todos los aspectos de la vida.

Construir la belleza desde el interior se convierte en un estilo de vida que resalta la individualidad y la esencia de cada uno. Una invitación a dedicarnos tiempo, a querernos primero a nosotros mismos, para poder querer a los demás… A través de una rutina de bienestar sí es posible, con la primera línea dermocosmética que combina mesoterapia, Té Matcha japonés y tecnología encapsulada en fórmulas multi-acción, con la capacidad de penetrar la dermis y lograr una apariencia saludable y radiante de la piel. En esencia, ese es el regalo y el significado de KUMIKO: ayudar a encontrar la ´belleza eterna´.

Catalina Aguirre, CEO y co-fundadora de KUMIKO, es una convencida de este concepto: “En mi experiencia como cosmetóloga y a la cabeza de una marca de skincare, me he podido dar cuenta que las personas no sólo buscan una fórmula para verse mejor, también lo hacen como una manera de sentirse bien, de mejorar su estado de ánimo y de darse cariño. Y entregar eso es poder dar un espacio fundamental que, como seres humanos, no sólo queremos, sino que necesitamos. La preocupación por la belleza y el cómo nos vemos podría ser considerado por muchos como un acto meramente superficial, pero creo que es todo lo contrario. Querer verse bien está directamente relacionado con el cómo nos sentimos y el amor propio: cuando lo sientes, no sólo lo reflejas en tu piel, en cómo te vistes o cómo te ves, sino también en todos los aspectos de la vida, y comienza a haber un orden, tanto en lo laboral, como en lo personal o lo familiar”.

La filosofía KUMIKO siempre enfoca el cuidado personal de manera integral, considerando todos los demás factores que impulsan el bienestar, como comer sano, hacer ejercicio y dar espacio para la reflexión personal.

“No se trata de regirse por cánones establecidos de belleza -que, por lo demás, varían en el tiempo y en las diferentes culturas-, para ajustarse a algo externo. Es necesario resaltar la individualidad, la esencia de cada uno y, eso, reflejarlo para generar un equilibrio donde lo interno se combina con lo externo”, explica Cata Aguirre.

Precisamente, este concepto de equilibrio entre bienestar interior y físico ha cobrado especial relevancia en los últimos años, en particular durante la pandemia, donde la importancia por la salud quedó de manifiesto y ha empujado a muchos a profundizar en sus cuidados. Sin duda, este es uno de los cambios que ha llegado para quedarse; dedicar más tiempo a nosotros mismos, a cuidarnos, a pensar en lo que necesitamos y, desde ahí, ser personas más plenas.

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